Columna de opinión, Extensión

Beneficios de las Relaciones Interpersonales Positivas en la Vejez

COLUMNA DE OPINIÓN DIARIO AUSTRAL DE VALDIVIA
04 de Marzo 2018

Dr. Ps. Eduardo Sandoval Obando

Académico e Investigador

Resulta común asociar la adultez tardía con un progresivo empobrecimiento de las relaciones interpersonales producto de la disgregación familiar y la pérdida de roles en la sociedad (nido vacío y jubilación por ejemplo), ocasionando un aumento en la incomprensión del núcleo familiar respecto a las variaciones en el comportamiento del geronte (fluctuaciones recurrentes en su estado de ánimo, cambios en los patrones de sueño y alimentación, aumento de la irritabilidad, etc.). No obstante a lo anterior, sabemos que las relaciones interpersonales se convierten en el principal factor protector y de curación, no sólo por la atención de necesidades básicas, sino también, porque operan como una fuente permanente de ayuda y consuelo que combate positivamente  la soledad y el desánimo, la desesperación o el abandono pasivo.

  1. Relaciones Familiares Positivas: una red familiar activa, cercana y propositiva les ayuda a sobrellevar las limitaciones y el dolor de las pérdidas, disminuyendo los factores de angustia. Por ende, los apoyos que reciben expresados en estimulación a mantenerse activos, consejos e información oportuna en torno a la vida independiente, respaldan los sentimientos positivos y a su vez les permite satisfacer una de las necesidades más importantes de todo ser humano: amar y sentirse amado.
  2. Apoyo Social Percibido: los gerontes que reciben un mayor apoyo social en términos de conversaciones telefónicas y visitas con amigos, familiares, vecinos y participan regularmente en actividades sociales, gozan de una mejor salud y un mayor grado de satisfacción en su vida. Así, los individuos que tienen relaciones sólidas con familiares, amigos y organizaciones sociales (redes de apoyo comunitaria: juntas de vecinos, club adulto mayor, grupo de pares, etc.) viven más tiempo que los que carecen de ellas.
  3. Amistad para toda la Vida: En esta etapa vital, las relaciones de amistad ofrecen un apoyo relevante y significativo para el adulto mayor. Con los amigos se comparte no sólo la edad, sino algo que es más importante: una experiencia vital parecida, intereses comunes, recuerdos y valores similares, posibilitando una convivencia basada en la reciprocidad, la comprensión mutua, el respeto y la tolerancia, configurando un marco relacional agradable y libre de tensiones.
  4. Amplíe sus relaciones interpersonales: la percepción de compañía y la disponibilidad de una relación de amistad estrecha son el mejor predictor de felicidad y uno de los factores determinantes para la adaptación positiva al proceso de envejecimiento. La amistad permite sentir a la persona que es más competente, valiosa y útil, favorece la identidad y el auto-concepto, la felicidad y en el bienestar personal, la salud, la longevidad y en algunos casos, la riqueza y el éxito. Algunos estudios han reportado menores tasas de mortalidad y morbilidad en adulto mayor con mayores contactos sociales
Link: Diario Austral de Valdivia – Edición 04032018