COLUMNA DE OPINIÓN DIARIO AUSTRAL DE VALDIVIA
Dr. Ps. Eduardo Sandoval Obando[1]
Académico Escuela de Psicología – Universidad San Sebastián
03 de Septiembre 2017
Chile es un país que envejece aceleradamente. Aunque suene exagerada dicha afirmación, los datos epidemiológicos evidencian un descenso en las tasas de natalidad (1,8 hijos por mujer) Además, el informe World Population Data Sheet (USA) estima que en el 2030 la población nacional habrá llegado a los 20 millones de habitantes, de los cuales un tercio corresponderá a mayores de 60 años. A su vez, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) infiere que el envejecimiento se concentra más en la población femenina, debido a una menor mortalidad, lo que incide en una esperanza de vida superior respecto de los hombres. Ante esta realidad, resulta necesario preguntarnos ¿qué factores y/o conductas pueden ayudarnos a enfrentar exitosamente esta etapa del desarrollo?
- Aproveche las redes de apoyo social disponibles: Combata el aislamiento. Deleitarse de la relación con los demás es una garantía de salud mental positiva. Ocúpese de fortalecer los vínculos familiares y las amistades cotidianamente, puesto que posibilita un mejor abordaje de nuestras dificultades en contacto con nuestros pares, estimulando la comunicación, la empatía, la estimulación motriz y cognitiva, la verbalización de emociones, etc.
- Cultivar cotidianamente el optimismo está asociado a un mayor bienestar general. Opera como un catalizador de una salud física positiva, incidiendo en una mejor protección ante la enfermedad y en una mayor esperanza de vida. Por ejemplo, en un seguimiento de diez años, los optimistas presentaron la mitad de riesgo de padecer una enfermedad coronaria respecto de aquellos con altos niveles de pesimismo (Kubzansky, Sparrow, Boconas & Kawachi, 2001).
- Convierta la actividad física recreativa en un hábito: fomenta la liberación de endorfinas, incorporando una visión positiva acerca de la vida. Caminar, Bailar o correr durante 2 o 3 días a la semana durante 20 minutos, sumado a una alimentación equilibrada refuerza positivamente su organismo. Además, previene la atrofia muscular, mejora la movilidad de las articulaciones y la masa ósea, aumenta la flexibilidad y protege el sistema cardiovascular, etc.
- La Vejez como una Oportunidad: Implica asumir el envejecimiento de manera activa, centrado en el desarrollo integral del sujeto aprovechando la amplia oferta lúdico-formativa disponible, expresada en talleres, turismo, baile entretenido, disfrute creativo del tiempo libre, etc. Finalmente, apunta a la optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida de la persona a medida que envejece.
Los pilares del envejecimiento activo implican protección de la salud, funcionamiento físico óptimo, alto funcionamiento cognitivo, afecto positivo y participación social.
[1] Psicólogo. Postítulo en Sexualidad y Afectividad. Diplomado en Docencia Universitaria. Diplomado en Modelo Salud Familiar. Magíster en Educación, Mención Políticas y Gestión Educativas. Doctor en Ciencias Humanas. Académico Escuela de Psicología – Universidad San Sebastián (Valdivia – Chile)
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