¿Cómo Proteger la Salud Mental de las Personas Mayores en Contexto de Pandemia?
Mayo 2020

Experto menciona diversas medidas que se pueden implementar en este grupo etario para hacer más llevadera la cuarentena producto de la pandemia originada por el covid-19.
Las últimas semanas nos hemos visto invadidos por datos epidemiológicos, implementación de cuarentenas preventivas graduales, el teletrabajo y un aumento progresivo de personas contagiadas por el COVID-19 en Chile. No obstante, y a pesar de la dureza de esta realidad, estamos ante la presencia de una pandemia que sigue generando estragos en la vida de miles de personas en el mundo junto a una tasa importante de fallecidos (más de 88 mil decesos en el mundo, según la OMS).
En vista de lo anterior, se observan factores en común que se instalan en nuestra cotidianeidad: el miedo al contagio, la muerte y los procesos de duelo, la dificultad de adaptación de las personas al aislamiento físico, la incertidumbre frente al avance y combate frente a este virus y un conjunto de reacciones (físicas, psicológicas, emocionales, cognitivas, etc.) que generarían cambios potencialmente significativos en nuestro comportamiento al corto, mediano y largo plazo (particularmente, T. del sueño, depresión, ansiedad, T. de adaptación, reacciones a estrés agudo y estrés postraumático).
Muchas personas están conviviendo cotidianamente con las pérdidas individuales, incluidas las enfermedades y la muerte atribuibles al COVID-19, la precarización del empleo y la cesantía, la falta de seguridad y control sobre la vida, la recesión económica e incluso individuos que, sin haberse visto afectados directamente, se ven inundados por los cambios vividos durante las últimas semanas en nuestro país.
Así, la muerte y los procesos de duelo comienzan a despertar múltiples emociones en los individuos, entre ellas la tristeza, el sufrimiento, la rabia y la aflicción. El duelo corresponde al proceso por el que atraviesa una persona tras la muerte de un ser querido, para luego asimilarlo, entenderlo y reconstruir gradualmente su vida. Otros lo abordan a partir de ciertas etapas por las que transitaría el individuo: la negación, la rabia, la negociación, la depresión y la aceptación. No obstante, todas estas fases y las estrategias de afrontamiento hacen que cada proceso sea único, intenso y dinámico. Además, la forma en que se afronta dependerá de la personalidad del sujeto y sus estrategias de afrontamiento, la relación con la persona fallecida, las circunstancias de la muerte y la red de apoyo social con la que cuenta el individuo (familia, amigos, comunidad, etc.).
A partir de lo anterior, se sugiere:
La pandemia provocada por el COVID 19 ha develado un conjunto de falencias y precariedades de diversa índole en los sistemas sanitarios del mundo. Más aún, ha mostrado que ningún país estaba 100% preparado para responder eficazmente a la velocidad de propagación con la que el virus se mueve, instalando un marco de incertidumbre respecto a las estrategias de combate y monitoreo epidemiológico por parte de los países, para el control de la enfermedad y la disminución de la curva de contagio.
Sin embargo, y paradójicamente el COVID 19 nos recuerda cotidianamente la existencia de miles de profesionales de la salud que están altamente comprometidos con su trabajo y con la protección integral de la salud de las personas. Los ‘heroes sin capa’ luchan contra la doble presencia (cumplen con su trabajo y en paralelo, están pendiente de sus responsabilidades familiares, crianza de los hijos/as, vínculo con familia de origen, etc.), el estrés, el miedo al contagio y el trauma (por lidiar permanentemente con las pérdida de vidas humanas), los trastornos del sueño (turnos rotativos que deterioran patrones de sueño) y la alimentación, etc.
En este sentido, se ha observado que son un grupo potencial de riesgo, proclives al desarrollo de sintomatología depresiva, ansiedad, estrés postraumático, alta somatización e incluso manifestaciones inespecíficas de sufrimiento emocional. Al respecto, médicos en Italia, España, Canadá y Estados Unidos han reportado miedo, aislamiento social y estrés laboral. En el caso de China, el personal sanitario ha manifestado síntomas relacionados con trauma emocional, y específicamente, algunos enfermeros/as refirieron síntomas de traumatización indirecta, como consecuencia del vínculo empático e identificación con la vulnerabilidad y dolor del paciente. Como consecuencia de lo anterior, experimentaron una pérdida de apetito, fatiga, aumento del desgaste físico, trastornos del sueño, irritabilidad, disminución de la atención, entumecimiento, miedo y visión negativa respecto al futuro.
Finalmente, uno de los grandes desafíos que surgen en torno a la pandemia, es avanzar en una mejora estructural y significativa de las condiciones laborales en la que miles de trabajadores de la salud se desempeñan. Cuidarse, para cuidar a otros es una consigna necesaria en tiempos de pandemia, por lo que compartimos algunas recomendaciones que podrían ser útiles para resguardar la salud mental de nuestros ‘heroes sin capa’:
o Autocuidado Permanente: Revise la forma más adecuada de manejar su estrés, para poder apoyar a sus compañeros y beneficiarse recíprocamente de dicha interacción. Potencie sus recursos personales y maximice los niveles de resiliencia.
o Rescate Experiencias Positivas de Manejo del Estrés: Piense en lo que le ha permitido superar dificultades en el pasado y en lo que podría hacer ahora, para afrontar funcionalmente esta pandemia.
o Estilos de Vida Saludable: Destine tiempo adecuado para comer, descansar y relajarse, aunque sean periodos breves. Regule responsablemente su consumo de alcohol, cafeína o nicotina y evite el consumo de fármacos sin prescripción médica.
o Redes de Apoyo Social Activas: Obtenga apoyo hablando con sus amigos, seres queridos, u otras personas en las que confíe. Las TICs pueden ser una herramienta potente para mantenernos unidos, a pesar del distanciamiento físico.
o Ponga Límites a su Intervención: Recuerde que usted no es responsable de resolver todos los problemas de las personas. Haga lo que pueda para ayudar a cada individuo, a ayudarse sí mismos. Active recursos personales y la resiliencia comunitaria.
o Colaboración y Trabajo en Equipo: Controle con sus compañeros para ver cómo están llevando la situación, y haga que ellos repliquen lo mismo con usted. Encuentren formas de apoyarse colaborativamente (revisar protocolos de desactivación para intervinientes). Implemente turnos rotativos durante la fase aguda de la crisis, alternándolos con periodos de descanso regular.
Para citar:
Sandoval-Obando, E. (2020, abril 26). Cuidarse para cuidar a otros/as: Algunas recomendaciones para la protección de la salud mental en equipos de salud. Araucanía Noticias. Recuperado de https://araucanianoticias.cl/2020/cuidarse-para-cuidar-a-otros-as-algunas-recomendaciones-para-la-proteccin-de-la-salud-mental-en-equipos-de-salud/0426179899
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