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Cuidarse para cuidar a otros/as: Algunas recomendaciones para la protección de la salud mental en equipos de salud

Araucanía Noticias 

26 de abril 2020Araucanía Noticias Temuco

La pandemia provocada por el COVID 19 ha develado un conjunto de falencias y precariedades de diversa índole en los sistemas sanitarios del mundo. Más aún, ha mostrado que ningún país estaba 100% preparado para responder eficazmente a la velocidad de propagación con la que el virus se mueve, instalando un marco de incertidumbre respecto a las estrategias de combate y monitoreo epidemiológico por parte de los países, para el control de la enfermedad y la disminución de la curva de contagio.

Sin embargo, y paradójicamente el COVID 19 nos recuerda cotidianamente la existencia de miles de profesionales de la salud que están altamente comprometidos con su trabajo y con la protección integral de la salud de las personas. Los ‘heroes sin capa’ luchan contra la doble presencia (cumplen con su trabajo y en paralelo, están pendiente de sus responsabilidades familiares, crianza de los hijos/as, vínculo con familia de origen, etc.), el estrés, el miedo al contagio y el trauma (por lidiar permanentemente con las pérdida de vidas humanas), los trastornos del sueño (turnos rotativos que deterioran patrones de sueño) y la alimentación, etc.

En este sentido, se ha observado que son un grupo potencial de riesgo, proclives al desarrollo de sintomatología depresiva, ansiedad, estrés postraumático, alta somatización e incluso manifestaciones inespecíficas de sufrimiento emocional. Al respecto, médicos en Italia, España, Canadá y Estados Unidos han reportado miedo, aislamiento social y estrés laboral. En el caso de China, el personal sanitario ha manifestado síntomas relacionados con trauma emocional, y específicamente, algunos enfermeros/as refirieron síntomas de traumatización indirecta, como consecuencia del vínculo empático e identificación con la vulnerabilidad y dolor del paciente. Como consecuencia de lo anterior, experimentaron una pérdida de apetito, fatiga, aumento del desgaste físico, trastornos del sueño, irritabilidad, disminución de la atención, entumecimiento, miedo y visión negativa respecto al futuro.

Finalmente, uno de los grandes desafíos que surgen en torno a la pandemia, es avanzar en una mejora estructural y significativa de las condiciones laborales en la que miles de trabajadores de la salud se desempeñan. Cuidarse, para cuidar a otros es una consigna necesaria en tiempos de pandemia, por lo que compartimos algunas recomendaciones que podrían ser útiles para resguardar la salud mental de nuestros ‘heroes sin capa’:

Autocuidado Permanente: Revise la forma más adecuada de manejar su estrés, para poder apoyar a sus compañeros y beneficiarse recíprocamente de dicha interacción. Potencie sus recursos personales y maximice los niveles de resiliencia.

Rescate Experiencias Positivas de Manejo del Estrés: Piense en lo que le ha permitido superar dificultades en el pasado y en lo que podría hacer ahora, para afrontar funcionalmente esta pandemia.

Estilos de Vida Saludable: Destine tiempo adecuado para comer, descansar y relajarse, aunque sean periodos breves. Regule responsablemente su consumo de alcohol, cafeína o nicotina y evite el consumo de fármacos sin prescripción médica.

Redes de Apoyo Social Activas: Obtenga apoyo hablando con sus amigos, seres queridos, u otras personas en las que confíe. Las TICs pueden ser una herramienta potente para mantenernos unidos, a pesar del distanciamiento físico.

Ponga Límites a su Intervención: Recuerde que usted no es responsable de resolver todos los problemas de las personas. Haga lo que pueda para ayudar a cada individuo, a ayudarse sí mismos. Active recursos personales y la resiliencia comunitaria.

Colaboración y Trabajo en Equipo: Controle con sus compañeros para ver cómo están llevando la situación, y haga que ellos repliquen lo mismo con usted. Encuentren formas de apoyarse colaborativamente (revisar protocolos de desactivación para intervinientes). Implemente turnos rotativos durante la fase aguda de la crisis, alternándolos con periodos de descanso regular.

Para citar:
Sandoval-Obando, E. (2020, abril 26). Cuidarse para cuidar a otros/as: Algunas recomendaciones para la protección de la salud mental en equipos de salud. Araucanía Noticias. Recuperado de https://araucanianoticias.cl/2020/cuidarse-para-cuidar-a-otros-as-algunas-recomendaciones-para-la-proteccin-de-la-salud-mental-en-equipos-de-salud/0426179899

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Protección de la Salud Mental de Personas Mayores en Contexto de Pandemia

Universidad Autónoma de Chile
Opinión Técnica
24 de abril 2020


La pandemia provocada por el COVID-19 en Chile y el mundo ha dejado en evidencia un conjunto de falencias y precariedades existentes en la salud pública y recalca la importancia de avanzar en una política pública flexible, transparente y participativa que valore y proteja la salud mental de las personas durante emergencias y catástrofes.

Esto es más importante aun cuando la población se ve enfrentada a largos periodos de cuarentena preventiva, donde el aislamiento social se transforma en un factor de riesgo diferencial para toda la población

Según explica Dr. Eduardo Sandoval, psicólogo e investigador del Instituto de Estudios Sociales y Humanísticos (IDESH) de la Universidad Autónoma de Chile, existe un grupo etario con el cual país ha estado en deuda hace muchos años: las personas mayores.

“Pese a que se han implementado planes y programas específicos de protección de la vejez, relacionados al turismo social, programas de buen trato, envejecimiento activo u otros, estas medidas han sido superficiales y no han permitido instalar un sistema integral y moderno que responda pertinentemente a las necesidades e intereses de nuestros adultos mayores”, señaló el académico.

Por ello, y en el contexto de pandemia en los que las personas mayores se han convertido en una población de riesgo, producto del número total de fallecidos en el mundo a causa de este virus, es altamente necesario plantear para la protección de la salud mental de este grupo etario.

Sandoval plantea que “los impactos psicológicos para las personas mayores pueden incluir ansiedad, estrés, irritabilidad o tristeza. Estas reacciones suelen ser particularmente difíciles para las personas mayores que pueden estar experimentando un deterioro cognitivo o demencia o que viven en soledad hace mucho tiempo. Importante es que quienes los rodeen puedan ofrecer ayuda o mostrarse disponibles para orientarlos en el uso de redes sociales, por ejemplo, lo que les permitirá activar y fortalecer redes de apoyo disponibles en su entorno”.

Otro aspecto a considerar es la estigmatización y el alarmismo, dado que los adultos mayores son el grupo más afectado por el Covid-19, tratarlos como personas vulnerables puede inducir mucho miedo.

“Relacionarse de manera empática y colaborativa con ellos, reforzando aspectos de higiene y autocuidado, así como la transmisión de información clara y precisa sobre las medidas sanitarias implementadas en su región sin duda ayudará a que estén más confiadas durante sus actividades diarias”, añadió.

Hay muchas otras acciones que las personas mayores pueden iniciar por sí mismas o con el apoyo de un cuidador para proteger su salud mental durante el periodo de cuarentena, como por ejemplos: realizar actividad física, mantener rutinas de readaptación activa; desarrollar un hobbie como leer o pintar; o asumir como desafío el uso de las redes sociales y medios digitales para entablar comunicación con pares o redes de apoyo familiar.

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Implicaciones de la Pandemia sobre la Salud Mental de las Personas: Un Fenómeno Invisible

La Araucanía Noticias

09 de Abril 2020

Las últimas semanas nos hemos visto invadidos por informes epidemiológicos, implementación de cuarentenas preventivas graduales, el teletrabajo y un aumento progresivo de personas contagiadas por el COVID-19 en Chile. No obstante, y a pesar de la dureza de esta realidad, estamos ante la presencia de una pandemia que sigue generando estragos en la vida de miles de personas en el mundo junto a una tasa importante de fallecidos (más de 88 mil decesos en el mundo, según la OMS).

En vista de lo anterior, se observan factores en común que se comienzan a instalar en nuestra cotidianeidad: el miedo al contagio, la muerte y los procesos de duelo, la dificultad de adaptación de las personas al aislamiento físico, la incertidumbre frente al avance y combate frente a este virus y un conjunto de reacciones (físicas, psicológicas, emocionales, cognitivas, etc.) que generarían cambios potencialmente significativos en nuestro comportamiento al corto, mediano y largo plazo (particularmente, depresión, ansiedad, T. de adaptación, reacciones a estrés agudo y estrés postraumático). Muchas personas están conviviendo cotidianamente con las pérdidas individuales, incluidas las enfermedades y la muerte atribuibles al COVID-19, la precarización del empleo y la cesantía, la falta de seguridad y control sobre la vida, la recesión económica e incluso individuos que sin haberse visto afectados directamente, se ven inundados por los cambios vividos durante lás últimas semanas en nuestro país.

Ahora bien, es importante señalar que el COVID-19 no sólo ha dejado en evidencia la precariedad de los sistemas de salud pública en el mundo, sino que además, devela que la salud mental de la población sigue estando escasamente protegida en los países de la región. De hecho, en Chile no existe una ley de salud mental, se mantienen pobres indicadores de salud mental infantil, en mujeres y en personas mayores y por si fuera poco, el presupuesto de salud que se destina a este ámbito sigue estando por debajo de las recomendaciones de la OMS y la OCDE. En dicho contexto, ¿cómo pensamos proteger la salud mental de las personas durante una pandemia? ¿de qué manera se está velando por las condiciones de vida y trabajo del personal sanitario? ¿Cuáles serán los efectos (al mediano y largo plazo) de la doble presencia en miles de trabajadores profesionales que deben combinar sus responsabilidades laborales con las del hogar? ¿Estábamos preparados para enfrentar una pandemia en la que se requiere una alta conciencia social, empatía y respeto por los otros/as? ¿Por qué cuesta tanto cumplir con un toque de queda y una cuarentena (¿egoímo, imprudencia, desinformación?)?¿Qué alternativas de intervención en salud mental va a requerir la población, una vez superada esta emergencia? Ciertamente el panorama descrito instala un manto de incertidumbre con un pronóstico reservado.

No obstante, es tarea de todos/as colaborar con el respeto irrestricto a las medidas de aislamiento social, el abastecimiento responsable de alimentos y los hábitos de higiene permanentes para contrarrestar la propagación de este virus en nuestras comunidades. No olvidemos que tenemos muchos heroes luchando a diario por frenar esta pandemia, extendiendo nuestro reconocimiento y admiración a quienes están en la 1º línea frente a este virus, entre ellos, los profesionales de la salud (auxiliares, TENS, Enfermeros/as, Tecnologos Médicos; Químicos Farmaceúticos, Médicos, etc.), el personal de FF.AA y de Orden, los trabajadores que prestan servicios en supermercados, farmacias y almacenes, aseo y ornato, etc.

Para citar:

Sandoval-Obando, E. (2020, abril 09). Implicaciones de la Pandemia sobre la Salud Mental de las Personas: Un Fenómeno Invisible. Araucanía Noticias. Recuperado de:https://araucanianoticias.cl/2020/implicaciones-de-la-pandemia-sobre-la-salud-mental-de-las-personas-un-fenmeno-invisible/0409178971
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Personas Mayores en ‘Riesgo’: Algunas Recomendaciones para la Protección de la Salud Mental en Contexto de Pandemia

Centro de Comunicación de las Ciencias

31 de marzo 2020


En el contexto de la pandemia de COVID-19 nuestros adultos mayores se convirtieron en la “población de riesgo”, producto del número total de fallecidos de este grupo en el mundo. Esta situación trae consigo algunas implicancias en su salud mental. Por eso, desde la investigación en el área podemos plantear recomendaciones para su protección: evitar la estigmatización, brindar contención y afecto, además de potenciar los recursos personales que permitan enfrentar de mejor manera esta crisis y el futuro.

A pesar de que los medios de comunicación han reiterado el riesgo de salud que representa el COVID-19 para las personas mayores, el tratarlos como personas vulnerables puede ser aterrador e inducir mucho miedo. Procure relacionarse de manera empática y colaborativa con ellos/as, reforzando aspectos de higiene y autocuidado, así como la transmisión de información clara y precisa sobre las medidas sanitas implementadas en su región.

Los impactos psicológicos pueden incluir ansiedad, estrés, irritabilidad o tristeza. Estas reacciones suelen ser particularmente difíciles para las personas mayores que pueden estar experimentando un deterioro cognitivo, demencia o que viven en soledad hace mucho tiempo. Ofrézcale apoyo y muéstrese disponible para orientarlos en el uso de redes sociales o TICs que les permita activar y/o fortalecer redes de apoyo disponibles en su entorno.

Hay muchas acciones que pueden iniciar por sí mismas o con el apoyo de un cuidador, si es necesario, para proteger su salud mental durante el periodo de cuarentena, tales como: actividad física, mantener rutinas de readaptación activa, desarrollo de un hobbie, asumir como desafío el uso de las redes sociales y medios digitales para entablar comunicación con pares o redes de apoyo familiar, entre otras.

Finalmente, los sistemas sanitarios deberán identificar y abordar al mediano y largo plazo, las consecuencias potencialmente negativas que provocará esta pandemia sobre nuestra salud mental, siendo de especial interés las estrategias que podamos implementar para proteger a nuestras personas mayores, brindándoles condiciones y mecanismos que favorezcan una vejez digna en Chile.



Para citar:
Sandoval-Obando, E. (2020, marzo 31). Protección de la Salud Mental en Personas Mayores durante una Pandemia: Desafíos Actuales y Futuros en Chile. Araucanía Noticias. Recuperado de https://araucanianoticias.cl/2020/proteccin-de-la-salud-mental-en-personas-mayores-durante-una-pandemia-desafos-actuales-y-futuros-en-chile/0331178080
DOI: 10.13140/RG.2.2.12544.38405

Difusión en Prensa
La Estrella de Arica: Opinión Experto (XV Región de Arica y Parinacota)
El Austral de Osorno: Opinión Experto (Región de Los Lagos)
Araucanía Noticias: Opinión Experto (Región de La Araucanía)

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Teletrabajo y salud mental positiva: Un equilibrio necesario en contexto
de pandemia
La Araucanía Noticias
23 de marzo 2020

El teletrabajo puede describirse como una forma de organizar y ejecutar una determinada función o actividad profesional fuera de las instalaciones definidas por el empleador (habiendo de por medio un contrato de trabajo o prestación de servicios), utilizando las diferentes tecnologías de las información y la comunicación (en adelante TICs). En este sentido, se ha observado que el teletrabajo tendría implicancias positivas para los objetivos de una organización, tales como mayor productividad, menor rotación de personal, promoción de la autonomía y la ética profesional de los empleados, autoresponsabilidad, digitalización de los procesos administrativos, etc. No obstante, y en vista a la pandemia provocada por el COVID19, en el que nuestro país se encuentra viviendo una cuarentena progresiva y aislamiento social (suspensión de clases en sistema educativo, priorización del teletrabajo por sobre actividades presenciales, estado de excepción constitucional y toque de queda nacional), implementación de barreras sanitarias e incluso el cierre total de aquellas localidades y ciudades en las que se ha detectado un brote de contagios (Puerto Williams y Región del Ñuble por ejemplo), conviene preguntarse ¿de qué manera se podría armonizar la progresiva utilización del teletrabajo y la educación a distancia, en un contexto de pandemia mundial? ¿Cómo proteger la salud mental de las personas cuando enfrentan múltiples requerimientos virtuales?

En primer lugar, es importante señalar que la rápida propagación del COVID19 se ha convertido en una pandemia en la que se ve amenazada la vida de muchas personas, por lo que el temor al contagio agrava la situación existente, estimándose un incremento de la incidencia de manifestaciones emocionales y trastornos mentales, de acuerdo al nivel de riesgo y vulnerabilidad por el que nuestro país está pasando. Sin embargo, es necesario explicitar que no todos los signos y síntomas que se presenten podrán calificarse como un trastorno de salud mental; muchas serán reacciones normales ante una situación anormal y ante la que aún existe mucha incertidumbre respecto a su abordaje y tratamiento.

En segundo lugar, existen organismos técnicos especializados (OMS; OPS; OIT; ACHS; etc.) que han comenzado a divulgar información valiosa para que las personas que están desarrollando actividades profesionales y/o académicas a distancia puedan organizarse y establecer una rutina adecuada que armonice su vida en el contexto de cuarentena.

En tercer lugar, y a modo de recomendación es plausible aportar un conjunto de recomendaciones valiosas para la protección de la salud mental durante esta pandemia, entre ellas:

Equilibrio entre el trabajo y la vida familiar: Procurar la mantención de una rutina semi-flexible que organice armónicamente el teletrabajo con la vida familiar; procurando el respeto a las horas de trabajo regulares; salvaguardando el tiempo libre y el tiempo familiar. Puede ser tentador trabajar más mientras tiene su trabajo en casa, sin embargo, también puede ser perjudicial para su salud y bienestar, así que cumpla con un horario con límites saludables.

Establezca un lugar ordenado y cómodo para el teletrabajo: Escoja un lugar ordenado en el que tenga los elementos básicos para cumplir con las actividades comprometidas. Además, dentro de su rutina diaria incorpore ‘pausas saludables’, entendido como aquellos momentos de relajación u ocio (para descansar, relajarse, tomar aire o comer algo), y no momentos para realizar actividades domésticas.

  • Flexibilidad y actitud optimista frente al contexto actual: Promover un ambiente (familiar y laboral) que fomente una actitud positiva, flexible y optimista respecto a la situación actual. Es tarea de todos/as apoyarnos/as y colaborar en el autocuidado y la protección personal de todos/as durante la cuarentena preventiva que atraviesa Chile y el mundo.
  • Sea proactivo con su salud y refuerce hábitos de vida saludable: Procure mantener al menos tres comidas diarias, velando porque el desayuno sea antes de iniciar la jornada laboral, el almuerzo a mitad de la jornada, y la comida al finalizar el día; duerma lo suficiente; mantengase hidratado/a;
  • Mantenga hábitos de higiene permanentes: Lavese las manos con jabón durante 40 segundos; priorice la higiene personal y limite el contacto con otras personas: es imprescindible para evitar la propagación del virus. En caso de ser posible, use desinfectante para manos regularmente; Use un pañuelo desechable para cubrirse cuando estornude o tenga tos, o cuando no esté disponible, tosa o estornude en su codo; desinfecte con toallitas antibacterianas áreas donde vive y trabaja. Quedese en casa.
  • Sea creativo para mantenerse ‘conectado’: comparta consejos con compañeros de trabajo y amigos sobre lo que funciona bien para usted y aliéntelos a hacer lo mismo. Proponga nuevas ideas, planifique una ‘reunión social virtual’ para hacer ejercicio juntos; compartan anecdotas, conectese virtualmente con familiares periodicamente, etc.
  • Apoyo y comprensión hacia los niños/as y jóvenes: Fuera de su jornada de teletrabajo, ayude a los niños/as a encontrar formas positivas de expresar sentimientos que podrían emerger durante la cuarentena, como el miedo, la frustración o la tristeza (recuerde que ellos también estarán algo abrumados con los deberes escolares). Cada niño tiene su propia forma de expresar emociones. En dicho contexto, procure incorporar al interior del hogar, estrategias creativas en las que todo el grupo familiar participe, tales como jugar y dibujar, juegos de mesa, lectura de cuentos o disfrutar de una película; posibilitando un ambiente seguro y de apoyo para la expresión de las emociones. No olvide que los niños/as pueden responder al estrés de diferentes maneras (siendo muy demandantes, ansiosos, retraídos, enojados o agitados, etc.). Responda a las reacciones de su hijo de manera solidaria, escuche sus inquietudes y entreguele contención, afecto y apoyo.

Finalmente, esté informado de lo que ocurre en su comunidad. El conocimiento es poder, y es bueno mantenerse actualizado sobre el progreso realizado en la lucha contra el COVID19. Manténgase informado sobre las últimas actualizaciones y directrices preventivas dispuestas en el lugar donde reside, a través de fuentes oficiales, tales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), Ministerio de la Salud o Presidencia de la República.


Para citar:

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