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Nudos Críticos en torno a la Educación No Sexista: Una Deconstrucción Necesaria para Todxs
19 de Junio 2018
Otras Voces en Educacion

 ISSN: 2477-9695
Columna de Opinión

Dr. Ps. Eduardo Sandoval Obando[1]

A propósito de las diversas movilizaciones, demandas y petitorios que emergen en torno a las Tomas Feministas en diversas Universidades Chilenas (y ¿la sociedad en general?), producto del impacto negativo de una estructura patriarcal, son el fiel reflejo de la reproducción invariable de un sistema escolar que promueve paradójica e invariablemente la distribución desigual del capital cultural, la cosificación de lo femenino y la perpetuación de la violencia simbólica en contra de la mujer, dentro de un currículum oculto de género sostenido en una lógica escolar sexista, fragmentaria y excluyente de toda diversidad.

Lo cierto es que estas demandas en Chile no son nuevas, aunque podríamos citar como inicio de una nueva oleada de manifestaciones y dinámicas de expresión de esta lucha, lo generado por el movimiento estudiantil en el 2011 (también conocida como la ´revolución pinguina´) en la que algunas estudiantes exteriorizaron su descontento hacia el ´mal trato´ recibido por parte del personal policial abocado al restablecimiento del orden público en los centros educativos que se mantenían en “toma”. Han pasado más de 7 años desde lo ocurrido en ese momento e incomprensiblemente continuamos siendo testigos de una escuela que “cambia” convenientemente a las necesidades y requerimientos del sistema económico imperante, relegando cualquier posibilidad de reforma estructural de sus procesos educativos en lo relacionado a la perspectiva de género, educación en sexualidad y afectividad, así como en lo relacionado a la atención y reconocimiento de la diversidad (etnias, migrantes, interculturalidad, LGBT, Teoría Queer, etc.).

Pareciera ser que nuestro país no logra reaccionar a las profundas transformaciones vividas en el mundo y la imperiosa necesidad de re pensar la escuela en un espacio armónico, desafiante y atractivo para sus estudiantes. Prueba de ello, es que continuamos siendo testigos de algunos fenómenos comunes en América Latina, tales como:

  • Valoración desigual de los Talentos y Habilidades de la Mujer en el Sistema Económico: Las mujeres en Chile y América Latina, continúan evidenciando altas tasas de desempleo y subempleo. De la misma manera y aunque es evidente la creciente participación de las mujeres en el mercado de trabajo, se mantiene la brecha salarial en perjuicio de éstas (altos costos en sus planes de salud; negación del empleo por la maternidad, etc.).
  • Bajas Tasas de Participación en Alta Dirección Pública / Directorios Organizaciones: A pesar de que en nuestro país, se ha establecido la obligatoriedad de nombrar un porcentaje significativo de mujeres en los cargos políticos, la representación femenina no alcanza niveles satisfactorios (ni siquiera se ha alcanzado una paridad numérica en estos cargos).
  • La Violencia y sus diferentes manifestaciones (física, psicológica, económica, sexual, etc.), siguen teniendo como víctimas a la mujer, mostrando un alarmante aumento, así como un recrudecimiento de estos hechos, generando con ello numerosos casos de femicidio (en sólo 36 horas, en Chile han fallecido 5 mujeres producto de esta situación). De igual manera, la violencia sexual (incesto, abuso sexual y violación) muestra ritmos crecientes, siendo las mujeres, las niñas y las adolescentes los grupos más afectados.
  • Nuevas Formas de Masculinidad no Son Suficientes: A pesar de que comienzan a emerger nuevas formas de masculinidad, continúa prevaleciendo implícitamente el machismo, es decir, la obsesión del hombre con el predominio y virilidad, expresado en posesividad respecto a la propia mujer y en actos de agresión y/o status con respecto a otros hombres

Todas estas dinámicas relacionales son un flagelo que obstaculizan significativamente la posibilidad de avanzar concretamente como país en la superación de las desigualdades sociales, en parte por una escuela aséptica y pervertida por la necesidad de cuantificarlo todo (Cardús, 2000), convertida en el imperio de la norma, dentro un espacio y tiempo escolar rígido y mecánico que superficializa muchas veces el aprendizaje (Sandoval, 2017). Es así como este proceso de homogenización relatado y problematizado invita a preguntarnos por las escuelas vividas, soñadas y construidas por aquellos que la misma homogenización no es capaz de nombrar (Fondecyt N°1170019[2]).

No obstante a lo anterior, el Estado de Chile en respuesta a las demandas ciudadanas, han implementado (muchas veces reactivamente), gestos concretos para abordar esta problemática, tales como: Creación de Protocolos contra el Acoso, la Violencia de Género y Sexual; Promoción de una perspectiva de género y enfoque de Derechos Humanos, Circulares internas para la aceptación del nombre social de jóvenes Trans; etc. Pero no podemos desaprovechar este momento único en el país, para reducir las acciones a una serie de protocolos, reglamentos y manuales de conducta, creyendo ingenuamente que son la solución más idónea para comprender esta realidad, intentando objetivar las relaciones humanas. Sin duda que no es una tarea fácil… pero ¿estamos dispuestos a abandonar nuestras zonas de confort para construir nuevas formas de relación? ¿Somos conscientes de las diferentes formas y manifestaciones de violencia en las que hemos participado? ¿Cuáles son las posibilidades pedagógicas que nos brinda esta discusión? ¿Cuáles son los desafíos u aportes de las Ciencias Sociales en la comprensión crítica de estas temáticas?

Finalmente, anhelamos que este momento nos permita propiciar nuevos espacios de reflexión y dialogo respecto a las formas de abordar y comprender lo masculino y femenino, admitiendo la emergencia de prácticas pedagógicas innovadoras capaces de integrar procesos educativos no sexistas e inclusivos, que abandonen la hetero normatividad y el androcentrismo, brotando desde una lógica comunitaria e informal, amorosa y desafiante para todo educando. El proceso de deconstrucción ¿ya comenzó?

Referencias

Cardús, S. (2000). El Desconcierto de la Educación. Las Claves para Entender el Papel de la Familia, la Escuela, los Valores, los Adolescentes, la Televisión… y la Inseguridad del Futuro. Barcelona: Paidós.

Sandoval, E. (2017). El Docente como Mediador Emocional y Cognitivo de Jóvenes en Contextos Vulnerados: Tensiones y Desafíos para la Transformación de la Práctica Pedagógica. Tesis conducente al Grado Doctor en Ciencias Humanas. Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Austral de Chile. Impresa.

[1] Psicólogo (UACH). Postítulo Educación en Sexualidad y Afectividad (U. de Chile). Diplomado en Docencia Universitaria (UAC). Diplomado en Modelo Salud Familiar en APS (U. de Chile). Diploma en Liderazgo Social (SNBP). Magíster en Educación, Políticas y Gestión Educativas. Doctor en Ciencias Humanas (UACH). Académico, Consultor y Relator. Co – Investigador Fondecyt Regular N° 1170019. Correspondencia a: Eduardo.sandoval.o@gmail.com / Sitio Web: http://eduardosandoval.cl/

[2] Proyecto de Investigación titulado “El Mapa Escolar como Epistemicidio de lo Educativo: Comprensión de la Escuela desde los Márgenes”. Para mayor información, visite nuestro sitio web: https://cedma-deye.com/


Para Citar: 
Sandoval, E. (2018). Nudos Críticos en torno a la Educación No Sexista: Una Deconstrucción Necesaria para Todxs. Otras Voces en Educación. ISSN: 2477-9695. Recuperado de: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/281088


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Otras Voces en Educación

 

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COLUMNA DE OPINIÓN DIARIO AUSTRAL DE VALDIVIA
04 de Marzo 2018

Dr. Ps. Eduardo Sandoval Obando

Académico e Investigador

Resulta común asociar la adultez tardía con un progresivo empobrecimiento de las relaciones interpersonales producto de la disgregación familiar y la pérdida de roles en la sociedad (nido vacío y jubilación por ejemplo), ocasionando un aumento en la incomprensión del núcleo familiar respecto a las variaciones en el comportamiento del geronte (fluctuaciones recurrentes en su estado de ánimo, cambios en los patrones de sueño y alimentación, aumento de la irritabilidad, etc.). No obstante a lo anterior, sabemos que las relaciones interpersonales se convierten en el principal factor protector y de curación, no sólo por la atención de necesidades básicas, sino también, porque operan como una fuente permanente de ayuda y consuelo que combate positivamente  la soledad y el desánimo, la desesperación o el abandono pasivo.

  1. Relaciones Familiares Positivas: una red familiar activa, cercana y propositiva les ayuda a sobrellevar las limitaciones y el dolor de las pérdidas, disminuyendo los factores de angustia. Por ende, los apoyos que reciben expresados en estimulación a mantenerse activos, consejos e información oportuna en torno a la vida independiente, respaldan los sentimientos positivos y a su vez les permite satisfacer una de las necesidades más importantes de todo ser humano: amar y sentirse amado.
  2. Apoyo Social Percibido: los gerontes que reciben un mayor apoyo social en términos de conversaciones telefónicas y visitas con amigos, familiares, vecinos y participan regularmente en actividades sociales, gozan de una mejor salud y un mayor grado de satisfacción en su vida. Así, los individuos que tienen relaciones sólidas con familiares, amigos y organizaciones sociales (redes de apoyo comunitaria: juntas de vecinos, club adulto mayor, grupo de pares, etc.) viven más tiempo que los que carecen de ellas.
  3. Amistad para toda la Vida: En esta etapa vital, las relaciones de amistad ofrecen un apoyo relevante y significativo para el adulto mayor. Con los amigos se comparte no sólo la edad, sino algo que es más importante: una experiencia vital parecida, intereses comunes, recuerdos y valores similares, posibilitando una convivencia basada en la reciprocidad, la comprensión mutua, el respeto y la tolerancia, configurando un marco relacional agradable y libre de tensiones.
  4. Amplíe sus relaciones interpersonales: la percepción de compañía y la disponibilidad de una relación de amistad estrecha son el mejor predictor de felicidad y uno de los factores determinantes para la adaptación positiva al proceso de envejecimiento. La amistad permite sentir a la persona que es más competente, valiosa y útil, favorece la identidad y el auto-concepto, la felicidad y en el bienestar personal, la salud, la longevidad y en algunos casos, la riqueza y el éxito. Algunos estudios han reportado menores tasas de mortalidad y morbilidad en adulto mayor con mayores contactos sociales
Link: Diario Austral de Valdivia – Edición 04032018

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Obstaculizadores de las Experiencias de Aprendizaje Mediado en Contextos Vulnerados: Aportes y Desafíos desde una Perspectiva Crítica y Local

28 de Diciembre 2017

Otras Voces en Educacion

 ISSN: 2477-9695
Columna de Opinión

Eduardo Sandoval Obando[1]

Correspondencia a: Eduardo.sandoval.o@gmail.com

 

El desarrollo profesional como Psicólogo de la Educación me ha permitido explorar diversas realidades escolares a las que acceden niños, niñas y jóvenes provenientes de contextos vulnerados en la Región de Los Ríos – Chile (adolescentes vinculados a episodios de infracción de ley, niños y niñas provenientes de entornos teñidos por la pobreza, la marginación, la exclusión y la desigualdad; patologización de las conductas y proliferación de diagnósticos clínicos para explicar desafección del alumnado sobre el aprendizaje en la escuela) situados mayoritariamente en centros educativos municipales, en los que prolifera invariablemente la rutina, el orden y la disciplina, así como la burocratización de las prácticas pedagógicas centradas paradójicamente en los resultados de aprendizaje, anquilosando muchas veces las potencialidades y complejidades cognitivas que posee todo niño/a desde el nacimiento como parte de su propensión a aprender (Sandoval, 2014a; 2014b).

Lo cierto es que el modelo escolar imperante promueve la homogeneización de los aprendizajes, tratando a todos los estudiantes por igual, lo que aumenta notablemente las diferencias y las desigualdades sociales (particularmente, de los grupos más vulnerados). Además, los educadores aprenden múltiples teorías y técnicas de enseñanza en su formación profesional que difícilmente llevan a la práctica educativa, pero sí a los procesos de escolarización. En este punto, creemos que la rutina es nefasta para todo educando puesto que coarta la riqueza y complejidad de los procesos educativos, transformándolos en un espacio y tiempo escolar estéril y aburrido, que transmite saberes escasamente vinculado a las necesidades particulares del educando. Es decir, se transmite la idea de que el aprendizaje es un proceso tedioso e individualista, centrado en la memorización de contenidos más que en la adquisición de habilidades para la vida (pensamiento crítico, creatividad, resolución de problemas, valoración de la diversidad, autonomía, comunicación, etc.). De esta manera, los alumnos acuñan tempranamente la concepción de que aprender al interior del espacio y tiempo escolar es difícil, sintiéndose muchas veces incapaz, inexperto, torpe e incompetente para responder al canon tradicional de la escuela, convirtiéndose en un alumno mediocre que asiste forzosamente a la escuela sin comprender qué beneficios le puede significar estudiar algo que no comprende (Calvo, 2017) o en un desertor a corto plazo (cobrando fuerza las profecías auto – cumplidas de fracaso y deserción escolar), para quien habrá que crear programas especiales de control y/o nivelación de estudios evitando la ‘condena’ de vivir en los márgenes de la sociedad actual en que la escuela monopoliza la certificación de los saberes y aprendizajes. Por esta razón, un estudiante que se considera poco hábil dentro de la escuela, probablemente se esfuerce menos que sus pares, experimentando menor nivel de presión por obtener buenos resultados escolares (visión a corto plazo, bajo sentido de eficacia y competencia individual), lo que en definitiva, aumenta las profecías auto-cumplidas de fracaso y deserción escolar (Sandoval, 2012), propias del entorno donde se desenvuelve.

En respuesta a lo anterior, el desarrollo de mi investigación doctoral[2] (Sandoval, 2017) permitió centrar la mirada en las experiencias de Aprendizaje Mediado, asumido como un enfoque pedagógico optimista acerca del desarrollo cognitivo diferencial de jóvenes inmersos en contextos vulnerados, que favorecen su desarrollo emocional y cognitivo. Así, nos interesaba interpretar y comprender las pautas de comportamiento que despliegan los educadores que trabajan con adolescentes provenientes de contextos vulnerados.

Entre los resultados más relevantes, emerge la categoría “Obstaculizadores de las experiencias de Aprendizaje Mediado” caracterizada como aquel conjunto de factores individuales (pasividad, apatía y despreocupación del alumnado frente al aprendizaje; escasa visión de futuro; bajo autoconocimiento, bajo sentido de competencia individual, etc.), familiares (estilo de apego desorganizado u ambivalente; estilos de crianza permisivos, ambivalencia socioemocional de las figuras parentales), pedagógicos (sobrecarga de trabajo administrativo en desmedro de la acción educativa; currículum rígido; reformas escolares superficiales) y comunitarios (cesantía, marginación y exclusión social; fácil acceso al consumo de alcohol y drogas, etc.), los que directa o indirectamente, entorpecerían la generación de experiencias de aprendizaje mediado, anquilosando las potencialidades de aprendizaje del alumnado, producto de la privación sociocultural en la que se encuentran situados desde temprana edad.

Al respecto, algunos de los educadores entrevistados describen las Consecuencias de la Educación Deficiente, representada por la percepción pedagógica negativa respecto a la organización mediocre, contradictoria e improvisada del sistema escolar actual. A juicio de estos educadores, el modelo actual sólo busca la mantención del statu quo y el énfasis en los resultados; fomentando implícitamente en el alumnado una alta despreocupación, pasividad y apatía frente a sus deberes escolares; sumado a la oposición conductual reiterada hacia el maestro.

Investigaciones como estas coinciden con los hallazgos de Ávalos y Sotomayor (2012), quienes confirman la realidad percibida por los educadores entrevistados, en el sentido de que generalmente la sociedad, representada masivamente en los medios de comunicación y el gobierno de turno, privilegian mayoritariamente un aspecto de su misión educativa, referido a los resultados de aprendizaje medibles por pruebas estandarizadas (SIMCE y PSU por ejemplo), olvidando los importantes aportes e influencia que provocan en la dimensión social y valórica del proceso de enseñanza y aprendizaje. Al mismo tiempo, perciben que este excesivo interés por los resultados académicos, fomenta implícitamente la competitividad entre escuelas, comunas y actores educativos (educadores – educandos), alejándose significativamente de la función y el sentido de la pedagogía, como disciplina formadora del alumnado.

Finalmente, creemos que el gran desafío de los educadores radica en la atención de la diversidad del alumnado (López de Maturana, 2015), estando más conscientes de las dificultades y obstáculos que coarten su aprendizaje, desplegando estrategias educativas activas para que todos aprendan, brindando experiencias de éxito y asumiendo una mirada optimista acerca de las posibilidades de desarrollo emocional y cognitivo de todo educando (Sandoval y López de Maturana, 2017), avanzando en la democratización de la escuela y la justicia social.

 

Referencias

Ávalos, B. y Sotomayor, C. (2012). Cómo ven su Identidad los Docentes Chilenos. En Perspectiva Educacional, 51(1). pp. 77-95

Calvo, C. (2017). Ingenuos, Ignorantes, Inocentes. [De la Educación Informal a la Escuela Autoorganizada]. La Serena: Universidad de La Serena – JUNJI.

López de Maturana, S. (2015). Inclusión en la Vida y la Escuela: Pedagogía con Sentido Humano (Coord.). La Serena: Universidad La Serena.

Sandoval, E. y López de Maturana, S. (2017). Desafíos Educativos en Torno a las Experiencias de Aprendizaje Mediado con Adolescentes Infractores de Ley. Profesorado, Revista del Currículum y Formación del Profesorado, 21(2), 377-391.

Sandoval, E. (2017). El Docente como Mediador Emocional y Cognitivo de Jóvenes en Contextos Vulnerados: Tensiones y Desafíos para la Transformación de la Práctica Pedagógica. Tesis conducente al Grado Doctor en Ciencias Humanas. Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Austral de Chile. Impresa.

Sandoval, E. (2014a). Posibilidades Educativas del Adolescente Infractor de la Ley: Desafíos y Proyecciones a partir de su Propensión a Aprender. En Psicología Educativa, 20 (1) 39 – 46.

Sandoval, E. (2014b). Propensión a Aprender de los Adolescentes Infractores de Ley: Reflexiones desde el Enfoque Biográfico. En Polis, 13 (37). 251-273.

Sandoval Obando, E. (2012). Construcción Socio-histórica de la Propensión a Aprender de los Adolescentes Infractores de Ley. Tesis de Magíster en Educación, Mención Políticas y Gestión Educativa. Facultad de Filosofía y Humanidades. Impresa.

[1] Psicólogo, Magíster en Educación, Políticas y Gestión Educativas; Doctor en Ciencias Humanas. Co- Investigador FONDECYT N°1170019. Académico Escuela Psicología Universidad San Sebastián (Sede Valdivia, Chile).

[2] Trabajo financiado por Beca Doctorado Nacional 2013 – PCHA, Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT).

Link: Otras Voces en Educación
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COLUMNA DE OPINIÓN DIARIO AUSTRAL DE VALDIVIA

Dr. Ps. Eduardo Sandoval Obando[1]

Académico Escuela de Psicología – Universidad San Sebastián



De todos los cambios que se producen a partir de los 65-70 años, quizá el más conocido sea la dificultad que presentan las personas para mantener la continuidad del sueño durante la noche. Así, los despertares intra-sueño se hacen cada vez más frecuentes y prolongados, disminuyendo la eficiencia del sueño. La existencia de esta fragmentación hace que los períodos de vigilia nocturnos aumenten, hasta ocupar entre el 12 y el 25% del tiempo dedicado al sueño; por ello, en el adulto mayor disminuye su capacidad para dormir en mayor proporción que su necesidad de sueño, debiendo incrementar el número de horas dedicadas a esta función para obtener un descanso reparador similar al que conseguía con menos horas cuando era joven. Por ello, proponemos algunas recomendaciones desde la perspectiva del higiene de sueño:
  1. Construya Ambientes Activos y Desafiantes: La desestructuración del sueño nocturno se acompaña de una dificultad para mantener la vigilia, viéndose interrumpida por siestas cada vez más frecuentes, que a su vez repercuten sobre la fragmentación del sueño. Así, procure mantener una organización estricta del sueño y de la vigilia, intentando construir una rutina suficientemente estimulante en un ambiente iluminado y activo, que evite la presentación de sucesivas siestas, disminuyendo la fragmentación de la vigilia y el insomnio.
  2. Armonía en la Rutina y Organización del Tiempo: Se reitera la importancia de mantener horarios de sueño fijos, manteniendo, en la medida de lo posible, una regularidad en las horas de acostarse por la noche y levantarse por la mañana. En complemento a lo anterior, y siempre que sus condiciones físicas se lo permitan, desarrolle sistemáticamente ejercicio moderado durante el día, y evite la ingesta vespertina de alcohol para potenciar una mejora en su estilo de vida y buen dormir.
  3. El Buen Dormir como factor Protector en la Vejez: de acuerdo a estudios longitudinales internacionales, las tasas más bajas de muerte corresponden a los que duermen entre 7 a 8 horas diarias, incrementándose el riesgo de muerte en los sujetos que sobrepasan o están por debajo de este nivel. Así, cuando no descansamos lo suficiente corremos el riesgo de aumentar la probabilidad de contraer hipertensión y/o diabetes por el incremento de producción de Cortisol.
  4. El Sueño como Función Restauradora del organismo: El descanso es fundamental para mejorar nuestra actividad intelectual. El cerebro necesita varias horas de desconexión para procesar toda la información acumulada durante el día. De igual forma, mientras dormimos nuestra piel descansa y las células se regeneran y oxigenan con mayor facilidad. Específicamente en los ojos, la Rodopsina (pigmento sensible a la luz) logra renovarse recuperando el esfuerzo realizado durante el día.
Link: Edición Completa Diario Austral de Valdivia
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COLUMNA DE OPINIÓN DIARIO AUSTRAL DE VALDIVIA

Dr. Ps. Eduardo Sandoval Obando[1]

Académico Escuela de Psicología – Universidad San Sebastián
10 de Diciembre 2017

El envejecimiento es un proceso inherente a la naturaleza humana. Todos los seres vivos y en particular, las personas de todas las épocas y culturas, transitan y seguirán enfrentándose al envejecimiento. No obstante a lo anterior, nos interesa señalar que este proceso es altamente diferencial y asincrónico en sus manifestaciones biológicas, cognitivas y sociales. Existe una gran variación entre los sujetos, pues cada individuo envejece de modo diferente de acuerdo a las características físicas y fisiológicas que posee, así como también por su estructura de personalidad, historia de vida, y por el contexto socioeconómico, político o cultural en el que se desenvuelve, configurando estilos de vida que pueden aumentar o disminuir la esperanza de vida del sujeto. Proponemos algunas recomendaciones para estimular el funcionamiento adecuado de la memoria en esta etapa del ciclo vital:

  1. Aprendizaje durante toda la Vida: el adulto mayor puede mantenerse activo cognitivamente y seguir aprendiendo, gracias a que el cerebro conserva una considerable plasticidad, permitiendo que las células nerviosas puedan desarrollar, mantener y reorganizar sus conexiones y de modificar los mecanismos implicados en su comunicación con otras células. Así, actividades socioeducativas o culturales permanentes posibilitarían la mantención del cerebro activo gracias a la estimulación permanente de sus funciones ejecutivas.
  2. Cultive una vida Sana: La construcción temprana de un estilo de vida saludable se convierte en un factor protector relevante frente al proceso de envejecimiento. De tal forma que una dieta saludable, actividad física de manera regular, mantener relaciones interpersonales activas y cercanas, dormir bien, afrontamiento positivo al estrés, cultivar una amplia gama de intereses y hobbies son acciones concretas para enfrentar exitosamente esta etapa del ciclo vital.
  3. Combata la rutina: Involucrarse en actividades que supongan esfuerzos cognitivos, y que no permitan el procesamiento automático (rompa la comodidad de la rutina y la monotonía cotidiana). El aprendizaje de situaciones nuevas, llevarían al establecimiento de conexiones neuronales diferentes a las que corrientemente se utilizan, enriqueciendo la plasticidad cerebral y el desarrollo de reserva cognitiva necesaria e importante para compensar los cambios que acompañan al proceso de envejecimiento normal
  4. Estrategias de Resolución de Situaciones Nuevas: Proponemos algunos ejercicios orientados a este fin tales como: leer un libro de un género diferente al que normalmente elegimos; visitar y conocer lugares nuevos; probar nuevos caminos hacia el trabajo o hacia el regreso; conversar con gente con la que nunca se haya hablado; usar la mano no dominante para realizar tareas como peinarse, cepillarse los dientes o abrochar botones; hacer las cuentas mentalmente en el supermercado para luego compararlas con el resultado que ofrece la cajera, etc.
Link: Edición Completa Diario Austral de Valdivia
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