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Obstaculizadores de las Experiencias de Aprendizaje Mediado en Contextos Vulnerados: Aportes y Desafíos desde una Perspectiva Crítica y Local

28 de Diciembre 2017

Otras Voces en Educacion

 ISSN: 2477-9695
Columna de Opinión

Eduardo Sandoval Obando[1]

Correspondencia a: Eduardo.sandoval.o@gmail.com

 

El desarrollo profesional como Psicólogo de la Educación me ha permitido explorar diversas realidades escolares a las que acceden niños, niñas y jóvenes provenientes de contextos vulnerados en la Región de Los Ríos – Chile (adolescentes vinculados a episodios de infracción de ley, niños y niñas provenientes de entornos teñidos por la pobreza, la marginación, la exclusión y la desigualdad; patologización de las conductas y proliferación de diagnósticos clínicos para explicar desafección del alumnado sobre el aprendizaje en la escuela) situados mayoritariamente en centros educativos municipales, en los que prolifera invariablemente la rutina, el orden y la disciplina, así como la burocratización de las prácticas pedagógicas centradas paradójicamente en los resultados de aprendizaje, anquilosando muchas veces las potencialidades y complejidades cognitivas que posee todo niño/a desde el nacimiento como parte de su propensión a aprender (Sandoval, 2014a; 2014b).

Lo cierto es que el modelo escolar imperante promueve la homogeneización de los aprendizajes, tratando a todos los estudiantes por igual, lo que aumenta notablemente las diferencias y las desigualdades sociales (particularmente, de los grupos más vulnerados). Además, los educadores aprenden múltiples teorías y técnicas de enseñanza en su formación profesional que difícilmente llevan a la práctica educativa, pero sí a los procesos de escolarización. En este punto, creemos que la rutina es nefasta para todo educando puesto que coarta la riqueza y complejidad de los procesos educativos, transformándolos en un espacio y tiempo escolar estéril y aburrido, que transmite saberes escasamente vinculado a las necesidades particulares del educando. Es decir, se transmite la idea de que el aprendizaje es un proceso tedioso e individualista, centrado en la memorización de contenidos más que en la adquisición de habilidades para la vida (pensamiento crítico, creatividad, resolución de problemas, valoración de la diversidad, autonomía, comunicación, etc.). De esta manera, los alumnos acuñan tempranamente la concepción de que aprender al interior del espacio y tiempo escolar es difícil, sintiéndose muchas veces incapaz, inexperto, torpe e incompetente para responder al canon tradicional de la escuela, convirtiéndose en un alumno mediocre que asiste forzosamente a la escuela sin comprender qué beneficios le puede significar estudiar algo que no comprende (Calvo, 2017) o en un desertor a corto plazo (cobrando fuerza las profecías auto – cumplidas de fracaso y deserción escolar), para quien habrá que crear programas especiales de control y/o nivelación de estudios evitando la ‘condena’ de vivir en los márgenes de la sociedad actual en que la escuela monopoliza la certificación de los saberes y aprendizajes. Por esta razón, un estudiante que se considera poco hábil dentro de la escuela, probablemente se esfuerce menos que sus pares, experimentando menor nivel de presión por obtener buenos resultados escolares (visión a corto plazo, bajo sentido de eficacia y competencia individual), lo que en definitiva, aumenta las profecías auto-cumplidas de fracaso y deserción escolar (Sandoval, 2012), propias del entorno donde se desenvuelve.

En respuesta a lo anterior, el desarrollo de mi investigación doctoral[2] (Sandoval, 2017) permitió centrar la mirada en las experiencias de Aprendizaje Mediado, asumido como un enfoque pedagógico optimista acerca del desarrollo cognitivo diferencial de jóvenes inmersos en contextos vulnerados, que favorecen su desarrollo emocional y cognitivo. Así, nos interesaba interpretar y comprender las pautas de comportamiento que despliegan los educadores que trabajan con adolescentes provenientes de contextos vulnerados.

Entre los resultados más relevantes, emerge la categoría “Obstaculizadores de las experiencias de Aprendizaje Mediado” caracterizada como aquel conjunto de factores individuales (pasividad, apatía y despreocupación del alumnado frente al aprendizaje; escasa visión de futuro; bajo autoconocimiento, bajo sentido de competencia individual, etc.), familiares (estilo de apego desorganizado u ambivalente; estilos de crianza permisivos, ambivalencia socioemocional de las figuras parentales), pedagógicos (sobrecarga de trabajo administrativo en desmedro de la acción educativa; currículum rígido; reformas escolares superficiales) y comunitarios (cesantía, marginación y exclusión social; fácil acceso al consumo de alcohol y drogas, etc.), los que directa o indirectamente, entorpecerían la generación de experiencias de aprendizaje mediado, anquilosando las potencialidades de aprendizaje del alumnado, producto de la privación sociocultural en la que se encuentran situados desde temprana edad.

Al respecto, algunos de los educadores entrevistados describen las Consecuencias de la Educación Deficiente, representada por la percepción pedagógica negativa respecto a la organización mediocre, contradictoria e improvisada del sistema escolar actual. A juicio de estos educadores, el modelo actual sólo busca la mantención del statu quo y el énfasis en los resultados; fomentando implícitamente en el alumnado una alta despreocupación, pasividad y apatía frente a sus deberes escolares; sumado a la oposición conductual reiterada hacia el maestro.

Investigaciones como estas coinciden con los hallazgos de Ávalos y Sotomayor (2012), quienes confirman la realidad percibida por los educadores entrevistados, en el sentido de que generalmente la sociedad, representada masivamente en los medios de comunicación y el gobierno de turno, privilegian mayoritariamente un aspecto de su misión educativa, referido a los resultados de aprendizaje medibles por pruebas estandarizadas (SIMCE y PSU por ejemplo), olvidando los importantes aportes e influencia que provocan en la dimensión social y valórica del proceso de enseñanza y aprendizaje. Al mismo tiempo, perciben que este excesivo interés por los resultados académicos, fomenta implícitamente la competitividad entre escuelas, comunas y actores educativos (educadores – educandos), alejándose significativamente de la función y el sentido de la pedagogía, como disciplina formadora del alumnado.

Finalmente, creemos que el gran desafío de los educadores radica en la atención de la diversidad del alumnado (López de Maturana, 2015), estando más conscientes de las dificultades y obstáculos que coarten su aprendizaje, desplegando estrategias educativas activas para que todos aprendan, brindando experiencias de éxito y asumiendo una mirada optimista acerca de las posibilidades de desarrollo emocional y cognitivo de todo educando (Sandoval y López de Maturana, 2017), avanzando en la democratización de la escuela y la justicia social.

 

Referencias

Ávalos, B. y Sotomayor, C. (2012). Cómo ven su Identidad los Docentes Chilenos. En Perspectiva Educacional, 51(1). pp. 77-95

Calvo, C. (2017). Ingenuos, Ignorantes, Inocentes. [De la Educación Informal a la Escuela Autoorganizada]. La Serena: Universidad de La Serena – JUNJI.

López de Maturana, S. (2015). Inclusión en la Vida y la Escuela: Pedagogía con Sentido Humano (Coord.). La Serena: Universidad La Serena.

Sandoval, E. y López de Maturana, S. (2017). Desafíos Educativos en Torno a las Experiencias de Aprendizaje Mediado con Adolescentes Infractores de Ley. Profesorado, Revista del Currículum y Formación del Profesorado, 21(2), 377-391.

Sandoval, E. (2017). El Docente como Mediador Emocional y Cognitivo de Jóvenes en Contextos Vulnerados: Tensiones y Desafíos para la Transformación de la Práctica Pedagógica. Tesis conducente al Grado Doctor en Ciencias Humanas. Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Austral de Chile. Impresa.

Sandoval, E. (2014a). Posibilidades Educativas del Adolescente Infractor de la Ley: Desafíos y Proyecciones a partir de su Propensión a Aprender. En Psicología Educativa, 20 (1) 39 – 46.

Sandoval, E. (2014b). Propensión a Aprender de los Adolescentes Infractores de Ley: Reflexiones desde el Enfoque Biográfico. En Polis, 13 (37). 251-273.

Sandoval Obando, E. (2012). Construcción Socio-histórica de la Propensión a Aprender de los Adolescentes Infractores de Ley. Tesis de Magíster en Educación, Mención Políticas y Gestión Educativa. Facultad de Filosofía y Humanidades. Impresa.

[1] Psicólogo, Magíster en Educación, Políticas y Gestión Educativas; Doctor en Ciencias Humanas. Co- Investigador FONDECYT N°1170019. Académico Escuela Psicología Universidad San Sebastián (Sede Valdivia, Chile).

[2] Trabajo financiado por Beca Doctorado Nacional 2013 – PCHA, Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT).

Link: Otras Voces en Educación
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COLUMNA DE OPINIÓN DIARIO AUSTRAL DE VALDIVIA

Dr. Ps. Eduardo Sandoval Obando[1]

Académico Escuela de Psicología – Universidad San Sebastián



De todos los cambios que se producen a partir de los 65-70 años, quizá el más conocido sea la dificultad que presentan las personas para mantener la continuidad del sueño durante la noche. Así, los despertares intra-sueño se hacen cada vez más frecuentes y prolongados, disminuyendo la eficiencia del sueño. La existencia de esta fragmentación hace que los períodos de vigilia nocturnos aumenten, hasta ocupar entre el 12 y el 25% del tiempo dedicado al sueño; por ello, en el adulto mayor disminuye su capacidad para dormir en mayor proporción que su necesidad de sueño, debiendo incrementar el número de horas dedicadas a esta función para obtener un descanso reparador similar al que conseguía con menos horas cuando era joven. Por ello, proponemos algunas recomendaciones desde la perspectiva del higiene de sueño:
  1. Construya Ambientes Activos y Desafiantes: La desestructuración del sueño nocturno se acompaña de una dificultad para mantener la vigilia, viéndose interrumpida por siestas cada vez más frecuentes, que a su vez repercuten sobre la fragmentación del sueño. Así, procure mantener una organización estricta del sueño y de la vigilia, intentando construir una rutina suficientemente estimulante en un ambiente iluminado y activo, que evite la presentación de sucesivas siestas, disminuyendo la fragmentación de la vigilia y el insomnio.
  2. Armonía en la Rutina y Organización del Tiempo: Se reitera la importancia de mantener horarios de sueño fijos, manteniendo, en la medida de lo posible, una regularidad en las horas de acostarse por la noche y levantarse por la mañana. En complemento a lo anterior, y siempre que sus condiciones físicas se lo permitan, desarrolle sistemáticamente ejercicio moderado durante el día, y evite la ingesta vespertina de alcohol para potenciar una mejora en su estilo de vida y buen dormir.
  3. El Buen Dormir como factor Protector en la Vejez: de acuerdo a estudios longitudinales internacionales, las tasas más bajas de muerte corresponden a los que duermen entre 7 a 8 horas diarias, incrementándose el riesgo de muerte en los sujetos que sobrepasan o están por debajo de este nivel. Así, cuando no descansamos lo suficiente corremos el riesgo de aumentar la probabilidad de contraer hipertensión y/o diabetes por el incremento de producción de Cortisol.
  4. El Sueño como Función Restauradora del organismo: El descanso es fundamental para mejorar nuestra actividad intelectual. El cerebro necesita varias horas de desconexión para procesar toda la información acumulada durante el día. De igual forma, mientras dormimos nuestra piel descansa y las células se regeneran y oxigenan con mayor facilidad. Específicamente en los ojos, la Rodopsina (pigmento sensible a la luz) logra renovarse recuperando el esfuerzo realizado durante el día.
Link: Edición Completa Diario Austral de Valdivia
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COLUMNA DE OPINIÓN DIARIO AUSTRAL DE VALDIVIA

Dr. Ps. Eduardo Sandoval Obando[1]

Académico Escuela de Psicología – Universidad San Sebastián
10 de Diciembre 2017

El envejecimiento es un proceso inherente a la naturaleza humana. Todos los seres vivos y en particular, las personas de todas las épocas y culturas, transitan y seguirán enfrentándose al envejecimiento. No obstante a lo anterior, nos interesa señalar que este proceso es altamente diferencial y asincrónico en sus manifestaciones biológicas, cognitivas y sociales. Existe una gran variación entre los sujetos, pues cada individuo envejece de modo diferente de acuerdo a las características físicas y fisiológicas que posee, así como también por su estructura de personalidad, historia de vida, y por el contexto socioeconómico, político o cultural en el que se desenvuelve, configurando estilos de vida que pueden aumentar o disminuir la esperanza de vida del sujeto. Proponemos algunas recomendaciones para estimular el funcionamiento adecuado de la memoria en esta etapa del ciclo vital:

  1. Aprendizaje durante toda la Vida: el adulto mayor puede mantenerse activo cognitivamente y seguir aprendiendo, gracias a que el cerebro conserva una considerable plasticidad, permitiendo que las células nerviosas puedan desarrollar, mantener y reorganizar sus conexiones y de modificar los mecanismos implicados en su comunicación con otras células. Así, actividades socioeducativas o culturales permanentes posibilitarían la mantención del cerebro activo gracias a la estimulación permanente de sus funciones ejecutivas.
  2. Cultive una vida Sana: La construcción temprana de un estilo de vida saludable se convierte en un factor protector relevante frente al proceso de envejecimiento. De tal forma que una dieta saludable, actividad física de manera regular, mantener relaciones interpersonales activas y cercanas, dormir bien, afrontamiento positivo al estrés, cultivar una amplia gama de intereses y hobbies son acciones concretas para enfrentar exitosamente esta etapa del ciclo vital.
  3. Combata la rutina: Involucrarse en actividades que supongan esfuerzos cognitivos, y que no permitan el procesamiento automático (rompa la comodidad de la rutina y la monotonía cotidiana). El aprendizaje de situaciones nuevas, llevarían al establecimiento de conexiones neuronales diferentes a las que corrientemente se utilizan, enriqueciendo la plasticidad cerebral y el desarrollo de reserva cognitiva necesaria e importante para compensar los cambios que acompañan al proceso de envejecimiento normal
  4. Estrategias de Resolución de Situaciones Nuevas: Proponemos algunos ejercicios orientados a este fin tales como: leer un libro de un género diferente al que normalmente elegimos; visitar y conocer lugares nuevos; probar nuevos caminos hacia el trabajo o hacia el regreso; conversar con gente con la que nunca se haya hablado; usar la mano no dominante para realizar tareas como peinarse, cepillarse los dientes o abrochar botones; hacer las cuentas mentalmente en el supermercado para luego compararlas con el resultado que ofrece la cajera, etc.
Link: Edición Completa Diario Austral de Valdivia
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COLUMNA DE OPINIÓN DIARIO AUSTRAL DE VALDIVIA

Dr. Ps. Eduardo Sandoval Obando[1]

Académico Escuela de Psicología – Universidad San Sebastián
29 de Octubre 2017

Diversas experiencias investigativas coinciden en que la percepción de los adultos mayores sobre su salud influye significativamente sobre su calidad de vida y, por tanto, en su estado de salud y bienestar general. Por ello, creemos que la autopercepción se transforma en un factor relevante a la hora de propiciar una mejora en la calidad de vida de estas personas. Al respecto, recalcamos que para sentirse feliz y satisfecho el individuo debe ser proactivo y considerarse útil; por ello la persona que no tiene un propósito y/o proyecto de vida definido, experimentaría un mayor nivel de ansiedad, frustración, soledad y pesimismo frente al envejecimiento. Así, la inactividad y el aislamiento (retraimiento social progresivo) intensifican notablemente la inadaptación en estas personas.

  1. La vejez es una etapa del ciclo vital en la que se debiesen promover transversalmente los beneficios de la actividad física regular, para disminuir y/o invertir muchos de los riesgos físicos, psicológicos y sociales que a menudo acompañan al envejecimiento; dando el salto desde el sedentarismo y la monotonía cotidiana, hacia la actividad recreativa y la exploración de nuevos intereses y actividades (sociales, culturales, educativas, etc.).
  2. Autoconocimiento y Desarrollo Personal: Es primordial que los adultos mayores conozcan las características del proceso de envejecimiento, los cambios que aparecen en esta etapa (a nivel físico, cognitivo, sexual, social, etc.), así como los declives y pérdidas, pero también las ganancias y potencialidades que brinda esta etapa, integrando estilos de vida más saludables y optimistas, centrado en su crecimiento y desarrollo integral.
  3. Cultive la Autonomía: El nivel de autonomía del adulto mayor en las diversas actividades de la vida cotidiana proporciona una autoevaluación y autopercepción subjetiva más positiva, y por ende, una mayor satisfacción frente a la vida, representado por cultivar redes sociales activas, cuidado permanente por su salud y la capacidad para disfrutar del tiempo libre autónomamente (no postergue sus actividades por la soledad y la pasividad).
  4. Sexualidad Plena como Desafío: Los diversos cambios fisiológicos, anatómicos y funcionales en los órganos sexuales de los adultos mayores no condicionan obligadamente el cese de la actividad sexual, sino que exigen una adaptación del comportamiento sexual a su nuevo funcionamiento, evitándose así frustraciones y situaciones de ansiedad ante las siguientes relaciones sexuales, que podrían llevar al cese innecesario de la actividad sexual. Existe consenso en que la afectividad y la sexualidad activa, juegan un papel importantísimo en el envejecimiento saludable y pleno.
Link USS: Difusión USS Valdivia
Link: Diario Austral de Valdivia



[1] Psicólogo. Postítulo en Sexualidad y Afectividad. Diplomado en Docencia Universitaria. Diplomado en Modelo Salud Familiar. Magíster en Educación, Mención Políticas y Gestión Educativas. Doctor en Ciencias Humanas. Co – Investigador Fondecyt N° 1170019. Académico Escuela de Psicología – Universidad San Sebastián (Valdivia – Chile).

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COLUMNA DE OPINIÓN DIARIO AUSTRAL DE VALDIVIA

Dr. Ps. Eduardo Sandoval Obando[1]

Académico Escuela de Psicología – Universidad San Sebastián
01 de Octubre 2017


El funcionamiento físico y psicológico de las personas en la transición a la adultez tardía adquiere enorme relevancia, ya que con el paso del tiempo, la capacidad funcional experimenta un proceso de declive natural, reflejado en un mayor tiempo de descanso, dificultad en la realización actividades físicas rutinarias, lentitud en el despliegue de ciertas funciones ejecutivas (memoria de trabajo, lenguaje). A eso se suma la pérdida de ciertos roles en la sociedad (jubilación, el nido vacío y el temor a la muerte), surgiendo diversos estereotipos negativos relacionados con la vejez, los que contribuyen a que la persona desarrolle un pobre concepto de sí mismo y una autoestima negativa, convirtiéndose en un blanco fácil para el aislamiento y la soledad.
  1. La vejez debiese ser asumida como un estadio del ciclo vital abocado a la plena realización de la persona, acompañada por una productividad mesurada y de consolidación de las habilidades y conocimientos que se han adquirido a lo largo del tiempo, de acuerdo a los recursos personales, familiares, culturales, económicos y comunitarios disponibles en el entorno de la persona o de las redes a las que tenga acceso.
  2. Pensar Positivo posibilita el desarrollo de creencias positivas y reales acerca de sí mismo; favoreciendo al mismo tiempo, una disminución de aquellas creencias negativas que amplifican el mal humor y la irritabilidad, ayudándolo a una comprensión realista, flexible y activa frente a las bondades y oportunidades que emergen en la adultez tardía, tales como la crianza de los nietos, el reencuentro con la pareja y el uso adecuado del tiempo libre.
  3. Autocuidado como Práctica Cotidiana: implica un compromiso permanente de la persona con el desarrollo de un estilo de vida que admita la satisfacción adecuada de las necesidades personales: alimentación, ejercicio, salud, saber valorar y aprovechar el tiempo en soledad, contar con amigos y redes de apoyo, ser capaz de pedir lo que se necesita de otras personas; esto les permite sentirse protegidos y seguros en su entorno y bien consigo mismos.
  4. Combata el aburrimiento: El uso efectivo del tiempo libre es una oportunidad para desarrollar todas aquellas actividades y pasatiempos que por muchos años postergó, producto del exceso de trabajo y la falta de descanso. Atrévase a redescubrir sus talentos y habilidades de manera que le permita mantenerse activo y motivado, fíjese metas realistas (al corto y largo plazo), abriendo espacios que le permitan sentirse vivo plenamente y rodeado de sus pares.
Link USS: http://www.uss.cl/psicologia/una-actitud-positiva-clave-convertirse-mayor/

 

[1] Psicólogo. Postítulo en Sexualidad y Afectividad. Diplomado en Docencia Universitaria. Diplomado en Modelo Salud Familiar. Magíster en Educación, Mención Políticas y Gestión Educativas. Doctor en Ciencias Humanas. Académico Escuela de Psicología – Universidad San Sebastián (Valdivia – Chile)

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